martes, 30 de agosto de 2016

Asesoría psicológica vía telefónica.



El promover el bienestar y la calidad de vida es una labor de gran importancia para Toka. Creemos que la tecnología debe ser un medio por el cual se le pueda a dar a las personas un valor agregado de calidad y ético.

La telefonía es una herramienta cada vez más utilizada para llevar a cabo intervenciones psicológicas,  pues tiene un gran alcance demográfico, útil para personas de escasos recursos, con impedimentos físicos o alejadas de centros urbanos que no pueden asistir a una intervención presencial. Más aún, la intervención psicológica telefónica en muchos casos es el primer contacto que una persona puede tener con un profesional de la salud, por lo cual bien ejecutada es un instrumento de salud pública eficiente y económica, no en vano, Gabriel Zaid (2016) refiere este modelo de intervención  en salud como una solución de atención a la sobredemanda que aqueja nuestros hospitales públicos.

¿Qué tipo de situaciones pueden ser atendidas?

·         Problemas emocionales
·         Problemas familiares
·         Problemas de pareja
·         Psicología preventiva
·    Primeros auxilios psicológicos (en caso de ideación suicida, intervención en crisis, estrés postraumático y violencia)
·         Orientación terapéutica
·         Control de estrés y de ansiedad
·         Orientación cognitiva y educativa
·         Control de adicciones

¿Cómo se interviene?

Depende de cada caso y de cada paciente, pero cuando se trata de una situación grave es primordial detener el proceso agudo de descompensación psicológica con la finalidad de aliviar el sufrimiento y manifestaciones sintomáticas.

·         Entablar un contacto empático, humano, confidencial y sin prejuicios.
·         Conocer los problemas y analizarlos tomando en cuenta sus causas y contexto.
·         Analizar las posibles soluciones y organizarlas en medida de la urgencia y capacidad resolutiva del paciente.

·         Ayudar a la persona a ejecutar acciones concretas que le proporcionen alivio y solución.
·         Formar redes de apoyo, dando seguimiento puntual del caso.

·         Derivar si es necesario para que el paciente sea atendido por un profesional de forma presencial, dar información de las opciones de atención disponibles en su comunidad. 

El psicólogo asesor debe tener formación clínica y con dominio de la llamada terapia breve. Recuerde que la asesoría psicológica es solo una intervención breve y no sustituye procesos psicoterapéuticos a largo plazo y presenciales, dónde el factor de cambio y profundidad es mayor.  Ante cualquier duda, consulte a su profesional de la salud más cercano.


Psic. José Luis Ramírez Esparza

Fuente:

Zaid. G. (2016) Inseguro Social. Reforma. 26-VI-2016. México.




jueves, 18 de agosto de 2016

El perro y sus beneficios en la calidad de vida.



Para el ser humano, el perro ha sido responsable de muchas funciones tales como cazador, compañero, pastor, guardián, rescatista, fuente de tracción, de calor, como protagonista de espectáculos y del deporte. Históricamente es respetado y apreciado, es parte de la mitología a través del temido cerbero que cuidaba las puertas del inframundo, pero en términos generales siempre se ha distinguido en el imaginario social como exponente de la fidelidad y el amor incondicional.

Se ha demostrado que el tener una mascota en nuestra vida representa valiosos beneficios que podemos clasificar de la siguiente manera:

1.      Psicológicos: El tener una mascota como un perro, disminuye la posibilidad de padecer trastornos psicológicos como la depresión mayor y ansiedad. Disminuye la percepción subjetiva de soledad, mejora la autoestima y aumenta el sentido de responsabilidad, sobre todo en los niños.

2.      Terapéuticos: El perro puede ser utilizado como un auxiliar en diversos tratamientos, creando y fortaleciendo la capacidad de las personas de formar vínculos afectivos, por ejemplo, en la elaboración de duelos, asistentes en cuadros demenciales tipo Alzheimer, enfermedad de Parkinson; en personas de la tercera edad, como compañía en reformatorios, e incluso en terapias paliativas para enfermos terminales. Han sido empleados también en rehabilitación física y como apoyo de personas con alguna discapacidad.

3.      Fisiológicos: Aquellos que poseen un perro, estadísticamente tienen más actividad física en comparación con quienes no  tienen. Se disminuyen riesgos cardiovasculares, de obesidad, diabetes tipo 2 e incluso en estudios más recientes, se asocian con la tolerancia y disminución de ciertas condiciones adversas de salud como el asma, la rinitis alérgica y la atopía (reacciones alérgicas recurrentes).


4.      Sociales: La propia implicación del tener responsablemente una mascota hace más sencilla la socialización, siendo demostrado que son personas con mayor capacidad de vincularse con los demás, de adherirse a proyectos comunitarios. El sentido de reciprocidad que se genera entre el dueño y su mascota trasciende a lo social e igualmente, en tiempos recientes gracias a las redes sociales los mismos propietarios han sido factor en la mejora de espacios públicos, como parques, áreas recreativas, campañas de bienestar animal y de conciencia por la vida.
En conclusión  poseer una mascota como un perro, representa una oportunidad invaluable de vivir la vida desde una perspectiva diferente, llena de cariño y vitalidad, pero también de responsabilidades. No olvides cuidar a tus mascotas y si la oportunidad te lo permite, dale un hogar amoroso a un ser vivo necesitado, adopta en lugar de comprar.
Fuentes consultadas:
Oropesa, P. et. Al. (2009) Terapia asistida con animales como fuente de recurso en el tratamiento rehabilitador. Facultada de Tecnologías para la Salud. MEDISAN. 13. (6).
Hugues, B. et. Al. (2012). Tenencia de animales de compañía. Posibles beneficios para las personas con endocrinopatías y enfermedades metabólicas. Revista Electrónica de Veterinaria. 13. (6).
Gómez, L. et. Al. (2007). La influencia de las mascotas en la vida humana. Escuela de Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia. AA 1226.


Psic. José Luis Ramírez Esparza