Los tiempos
han cambiado en cuanto a la educación de los hijos y la forma en la que
intentamos disciplinarlos. Cada vez se ha tenido mayor conciencia de las
consecuencias que implican el castigo físico o el maltrato psicológico; por
ello durante gran parte del siglo XX se idearon diferentes métodos como
alternativa a la violencia. Varios de estos métodos han tenido una aceptable
respuesta por parte de padres, educadores, psicólogos y demás implicados en la
crianza infantil y en este artículo me tocara describir uno de los más
conocidos: El Tiempo Fuera.
El método
consiste en mandar a los niños “mal portados”
a sentarse o estar quietos en un espacio o habitación en donde puedan
calmarse y reflexionar sobro lo mal que han hecho. Después de un determinado
tiempo el niño puede volver al grupo escolar, terapéutico o con su familia, en
donde se presupone que el niño habrá
corregido su conducta.
El Tiempo Fuera proviene del movimiento psicológico conductista basado en el trabajo del psicólogo
B. F. Skinner. Su teoría del condicionamiento operante afirma que los niños se
comportarán de determinada manera si reciben premios por hacerlo (refuerzo
positivo), y que el comportamiento no deseado puede ser reducido retirando
premios o provocando dolor (ambos son calificados "castigo").
Básicamente parecería una técnica apropiada, ya que en apariencia no
representa un gran escarmiento y parece dar los resultados esperados. Sin
embargo, esta técnica también posee grandes desventajas, como lo es el hecho de
que el niño desde su forma de pensar puede vivir la exclusión del grupo como
una muy fuerte violencia “nadie quiere estar conmigo y no puedo ser objeto de
amor”, lo cual va generando sentimientos de confusión, rencor o simplemente la resignación a no
desear encajar en algún grupo. También, lo es el hecho de que a los niños con
verdaderos problemas de conducta o con una actitud de renegación esta técnica
solo acentúa el comportamiento, llegando a convertir en un verdadero drama el
simple intento de exclusión, por lo cual esta técnica adaptativa puede
convertirse en contraproducente o
iatrogénica.
Finalmente como personas involucradas en la formación de los niños ya sea
como padres, maestros o psicólogos debemos tomar conciencia de la basta
complejidad de la infancia, no tomando y utilizando técnicas
indiscriminadamente solo por que alguien por ahí dijo que es la mejor y única
solución. No olvides que puedes acercarte con tu psicólog@ de confianza para
mayor referencia.
Comparte tus comentarios y aportaciones. O sí tienes alguna duda no dudes en peguntar.
Psic. José
Luis Ramírez Esparza
Asesoría
Psicológica las 24 horas del día en el 01 800 111 8111