Al autismo se le considera por las ciencias de la
salud como un trastorno del desarrollo, no como una enfermedad, el cual posee
un espectro muy amplio en donde no podemos encontrar a dos personas con el
mismo nivel de autismo. Es importante
resaltar que como tal en el autismo se encuentran dificultades, que no
incapacidades, en el lenguaje, la comunicación, en sus relaciones sociales y en
el establecimiento de intereses restringidos y repetitivos.
Lo que es diferente llama la atención, así el autismo
es una condición que abarca desde posturas educativas, sociales, de salud y
básicamente de interacción. La
concientización de la naturaleza del espectro autista aún pugna por rebasar
ciertas connotaciones negativas y que por pre-concepciones se suelen dar por
hecho; como que el autista no puede comunicarse, que viven en un mundo interior
aislados o que son incapaces de sentir. En el hablar popular, incluso es usado
como peyorativo hacía personas que no son empáticas o que carecen de
sentimientos –eres un autista-, podría
nacer esto de falta de información o implicación.
Ver el mundo desde la perspectiva de alguien con
autismo es complicado si quiera de aproximarnos, en mi proceder como psicólogo
me ha ayudado a entender el funcionamiento autista el pensar la mente como un
sistema operativo de una computadora. Algunos sistemas operativos dan mayor
importancia a aspectos de interacción, otros como plataforma de trabajo y así
es que encontramos varios tipos. En esta analogía, la mente procesa de forma
diferente los estímulos externos e internos, como aquellos generados por el
propio pensamiento, dando lugar a una forma de pensar e interactuar diferente,
a veces percibida por el observador como extraña o anómala y otras como
creativa y fresca. Prueba de lo anterior es que figuras históricas han
compartido aspectos del espectro autista y dejaron una marca imborrable en el
desarrollo de la ciencia y el arte, Mozart y Einstein, por ejemplo. ¿De qué
depende observar algo como extraño o algo creativo? De tu propio criterio.
En el siguiente video vemos una dramatización de
algunos estímulos auditivos y visuales a fin de aproximarnos al punto de vista
de alguien en el espectro autista:
Mitos comunes sobre el autismo:
·
No tienen
sentimientos: que no los canalicen o expresen como normalmente se hace no
quiere decir que no los tengan. Incluso sus sentimientos son muy intensos.
·
Viven aislados:
muchas veces, como con otro tipo de diferencias, es el mundo quien los aísla,
ellos son parte de nuestra realidad. Muchos de ellos hacen esfuerzos notables
por comunicarse.
·
Lo provoca la
falta de cariño de los padres: aunque tener padres con vinculaciones
psicopatológicas genera un enorme daño en los hijos, el autismo propiamente
tiene su base generalmente en la genética.
·
Tienen
discapacidad intelectual o son por el contrario genios: Un retraso intelectual,
no es propiamente parte del autismo, sino más propiamente una consecuencia de
sus dificultades para interactuar con otras personas. Como todo hay gente que tiene habilidades
intelectuales y otras que no.
Para finalizar, el autismo
no es más que una diferencia, y como toda diferencia nos exige un esfuerzo por
percibirla, elaborarla y entenderla. Esto nos atañe a todos, desde a los
trabajadores de la salud, como a la población en general. Creamos en la diversidad como motor de
construcción social.
Psic. José Luis
Ramírez Esparza