A
lo largo de nuestra vida desde que eres pequeño, se te va educando con valores,
uno de ellos es el respeto, dicho valor es siempre
considerado hacia los demás, es decir, debes de respetar a tus mayores, las
reglas de los lugares que visitas, los objetos de los demás, etc. Son algunas formas
de expresar el respeto, el punto incongruente de dicho aprendizaje de vida, se muestra cuando no lo
aplicas contigo mismo, en aspectos como respetar tus propias ideas, necesidades, decisiones, sentimientos, convicciones, etc. Una innumerable
lista de partes de ti, en las cuales tú mismo no te comprometes, al no
respetarte pierdes lo más valioso que
tienes en tu vida, el poder de ser congruente contigo mismo, lo cual enseguida
no te permitirá sentirte pleno con tu
vida, por el contrario le das tu poder a otras personas al permitirles que decidan
acerca de tu vida, y entonces de esta forma vives para complacer a los demás. Esto no es sano para nadie, ya
que a largo plazo no te hará muy feliz, lo que complace a todos menos a ti.
Respetarse a uno
mismo implica estar abierto a la felicidad, tener el control acerca de tu vida
hacia la única vida que puedes
controlar, y así darle un rumbo a tu existir.
Psic. Alma Rosa Madera Avila
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