Vivimos en una época cambio. Los referentes que antes
nos sostenían se han transformado en
otros novedosos que nos cuesta trabajo adoptar. Antes, con las historias de
nuestros abuelos y padres, se percibía que el tener una profesión era sinónimo
de solvencia y honorabilidad; la realidad cambió, pero no el imaginario respecto
al profesionista. Prueba de ello es que gran porcentaje de los aspirantes a
educación superior eligió carreras tradicionales; profesiones como médico,
abogado, arquitecto, ingeniero civil, contador, psicólogo y odontólogo son
algunas de ellas. Esto preocupa a las instituciones educativas y laborales, el
desequilibrio en la generación de capital humano es notorio, los jóvenes
pretenden una vocación alejada de las demandas en su región, siguen pasos anacrónicos
descontextualizados y por otra parte,
las instituciones industrializan al sujeto, negando y escindiendo su deseo y
subjetividad, una de las tópicas más recurrentes de esta industria
deshumanizante es el “el puesto indicado para la persona indicada”.
Tal fenómeno puede
ser ejemplificado con el siguiente escenario:
Un gran número de jóvenes, hijos de odontólogos,
pretenden ganarse la vida de la misma forma que sus padres, aspirando a la
carrera de odontología. Sin embargo, en su comunidad desde hace 10 años se ha
consolidado la industria de desarrollo de software, estas empresas requieren
personal capacitado para tal fin. La oferta de odontólogos supera la demanda, y
las fuentes de empleo son para los más competitivos, el resto se limitará a
ejercer parcialmente. Mientras que aquellos egresados de carreras informáticas
tendrán un panorama laboral más alentador, con alta demanda por sus
conocimientos.
Entonces, ¿Cómo mediar entre las aspiraciones del
sujeto y las necesidades productivas de su contexto? Pues bien, desde el siglo
pasado, se ha trabajado con la llamada orientación
vocacional, que consiste en la identificación y promoción de intereses,
aptitudes y competencia laboral, ajustándose a las necesidades del mercado
laboral. Su finalidad es apoyar la elección de una carrera, así como la preparación
para la misma.
¿Cómo se realiza una orientación vocacional?
Se ejerce por un profesional del área de la educación,
puede ser un psicólogo o un pedagogo a través de diversas herramientas como:
·
Test psicométricos y de preferencias. Ayuda a tener un mayor conocimiento de joven, su
personalidad, afinidades e identificaciones, que se resuelvan en una profesión
o grupo de disciplinas con las que exista consonancia y similitudes.
·
Entrevista.
Para tener un conocimiento más profundo de la historia del joven, poner en
análisis la prospectiva de su vocación, en concordancia con su historial
académico, familiar, laboral y social.
·
Entrevista a padres, maestros y allegados: hacer un mapa del sistema de interacciones que posee
el joven, Cómo es visto por otros.
·
Clínica:
algunos orientadores utilizan su formación clínica psicológica para profundizar
en los deseos, motivaciones, finalidades de la decisión del joven; suele tener
afinidad con las psicoterapias dinámicas, es un paradigma escaso en México,
pero muy utilizado en Sudamérica y Europa.
·
Orientación grupal: Se suele trabajar en grupos operativos enfocados en una tarea central;
que es la toma de decisión vocacional. Suelen utilizar recursos de grupo de
campo y psicodramático. Es una forma de orientación altamente productiva.
Se tiene que ser claro en que la orientación vocacional, es diferente a
la orientación educativa. La orientación educativa se encarga de asistir el
proceso educativo en curso, una tutoría. Mientras que la orientación
vocacional, está más centrada a lo laboral, una visión a futuro del sujeto
ejerciendo una disciplina y conocimientos.
Otra confusión es pensar que la orientación vocacional es sólo para
alumnos de bachillerato, la orientación vocacional es útil para la elección de
posgrados, materias de especialidad, decidir entre una carrera técnica o
profesional, es una herramienta para tomar la gran decisión; se dice que sólo
se vive una vez, entonces es correcto darle la justa importancia a la decisión
de carrera y la orientación vocacional es la manera más formal y profesional de
hacerlo.
Para
asesoría psicológica marca al01 800 111 8111
Psic. José Luis
Ramírez Esparza
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