Para entrar de lleno en el significado de lo que
implica conocer, es necesario tomar un marco de referencia que nos auxilie. La
epistemología a pesar de su aparente complejidad, es algo natural, ya que así
como todos tenemos una subjetividad, todo mundo tiene una epistemología, a
veces sin saberlo; cada que afirmamos que algo es real, una creencia se
sostiene o las cosas suceden como consecuencia de una causa.
Las preguntas básicas que genera la epistemología pueden
ser: ¿qué es el conocimiento?, ¿qué tanto podemos confiar en lo que conocemos?,
¿a través de qué o quienes conocemos?, ¿quién conoce?, ¿se puede conocer todo?,
¿cuál es el límite del conocimiento?, ¿cómo se conoce? y, ¿cómo se valida un
saber? Por tanto, la epistemología es la parte de la filosofía encargada de
estudiar la ciencia y el conocimiento.
Al adentrarnos en estas cuestiones abrimos un
laberinto sumamente interesante, nos muestra la naturaleza humana del pensamiento,
ya que al cuestionarnos nuestro saber, vislumbramos nuestras limitaciones. Como
cuando se le preguntó a San Agustín ¿Qué es el tiempo? respondiendo él: si no me lo preguntan lo sé, pero si me lo
preguntan no sé explicarlo.
Conocemos el mundo a través de nuestros sentidos;
¿serán tan confiables?, es aquí donde surge el debate entro lo real versus lo aparente. Platón cuestionó la
capacidad perfecta de saber con el cuento de la caverna:
“En una cueva,
se encuentra un grupo de hombres atados de pies, manos y cuello desde su
nacimiento. Sus ataduras les impiden girar su cabeza obligándolos a mirar
siempre de frente a un biombo plano. Detrás de ellos se encuentra una fuente de
luz y un titiritero, que proyecta en sombras, figuras de animales, utensilios y
personas, en lo que pasan las siluetas algunos hombres hablan y otros callan.
Los prisioneros en tanto, no tendrán otra cosa por real que las sombras de los
objetos proyectados”. Platón, La República, VII.
¿Qué pasaría si un prisionero fuera liberado?
Seguramente se encontraría con otra realidad dificultosa y desconcertante, que
lo obligaría a formar nuevas ideas.
Por este tipo
de debates construimos instrumentos que nos ayuden en la traducción de la
realidad; medimos, pesamos, clasificamos, valoramos. Sin embargo, el tema del
instrumentalismo genera nuevas dudas. Un instrumento puede ser algo para una
persona y otro para otra. Sin ir muy lejos, en la vieja película “Los dioses
deben estar locos” se recordará como una botella de refresco, es sólo una
botella para unas personas, o una herramienta de trabajo, un instrumento
musical, un objeto de alto valor para otras.
Entonces, al hablar
sobre quién conoce, nace la nueva pregunta ¿desde qué postura conoce? ¿O
desde qué contexto? De seguro un psicólogo, un psiquiatra, un sacerdote, un
chaman y una madre de familia tendrán una opinión muy variada sobre qué es la
mente.
Al pensar en epistemología, no sólo construimos una
ciencia más congruente. También un pensamiento mejor adaptado a la dificultosa
y cambiante realidad en donde nos haya tocado vivir.
Para
asesoría psicológica marca al 01 800 111 8111
Psic. José Luis
Ramírez Esparza
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