Para el ser humano, el perro ha sido
responsable de muchas funciones tales como cazador, compañero, pastor,
guardián, rescatista, fuente de tracción, de calor, como protagonista de
espectáculos y del deporte. Históricamente es respetado y apreciado, es parte
de la mitología a través del temido cerbero que cuidaba las puertas del
inframundo, pero en términos generales siempre se ha distinguido en el
imaginario social como exponente de la fidelidad y el amor incondicional.
Se ha demostrado que el tener una mascota en
nuestra vida representa valiosos beneficios que podemos clasificar de la
siguiente manera:
1.
Psicológicos:
El tener una mascota como un perro, disminuye la posibilidad de padecer
trastornos psicológicos como la depresión mayor y ansiedad. Disminuye la
percepción subjetiva de soledad, mejora la autoestima y aumenta el sentido de
responsabilidad, sobre todo en los niños.
2.
Terapéuticos:
El perro puede ser utilizado como un auxiliar en diversos tratamientos, creando
y fortaleciendo la capacidad de las personas de formar vínculos afectivos, por
ejemplo, en la elaboración de duelos, asistentes en cuadros demenciales tipo
Alzheimer, enfermedad de Parkinson; en personas de la tercera edad, como
compañía en reformatorios, e incluso en terapias paliativas para enfermos
terminales. Han sido empleados también en rehabilitación física y como apoyo de
personas con alguna discapacidad.
3.
Fisiológicos:
Aquellos que poseen un perro, estadísticamente tienen más actividad física en comparación
con quienes no tienen. Se disminuyen
riesgos cardiovasculares, de obesidad, diabetes tipo 2 e incluso en estudios
más recientes, se asocian con la tolerancia y disminución de ciertas
condiciones adversas de salud como el asma, la rinitis alérgica y la atopía
(reacciones alérgicas recurrentes).
4.
Sociales:
La propia implicación del tener responsablemente una mascota hace más sencilla
la socialización, siendo demostrado que son personas con mayor capacidad de
vincularse con los demás, de adherirse a proyectos comunitarios. El sentido de
reciprocidad que se genera entre el dueño y su mascota trasciende a lo social e
igualmente, en tiempos recientes gracias a las redes sociales los mismos
propietarios han sido factor en la mejora de espacios públicos, como parques,
áreas recreativas, campañas de bienestar animal y de conciencia por la vida.
En conclusión poseer una mascota como un perro, representa
una oportunidad invaluable de vivir la vida desde una perspectiva diferente,
llena de cariño y vitalidad, pero también de responsabilidades. No olvides
cuidar a tus mascotas y si la oportunidad te lo permite, dale un hogar amoroso
a un ser vivo necesitado, adopta en lugar de comprar.
Fuentes consultadas:
Oropesa, P. et. Al.
(2009) Terapia asistida
con animales como fuente de recurso en el tratamiento rehabilitador. Facultada de Tecnologías para
la Salud. MEDISAN. 13. (6).
Hugues,
B. et. Al. (2012). Tenencia de animales de compañía. Posibles
beneficios para las personas con endocrinopatías y enfermedades metabólicas. Revista
Electrónica de Veterinaria. 13. (6).
Gómez, L. et. Al. (2007). La influencia de las mascotas en la vida humana. Escuela de
Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia.
AA 1226.
Psic.
José Luis Ramírez Esparza
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