La visión de Tondal, El Bosco |
La vida en la sociedad actual transcurre generalmente en un estado de tensa calma, en donde vemos como a nuestro alrededor la realidad se empapa de violencia e incertidumbre. Sin embargo a todos en alguna ocasión nos ha tocado vivir situaciones fuera de nuestro control; enfermedades graves, accidentes viales, desastres naturales, ser victimas de algún delito o presenciar cualquiera de las situaciones anteriores. En muchas de las ocasiones las personas pueden superar estas experiencias, pero puede suceder el caso de que estas experiencias traumáticas generen una reacción que puede durar años o incluso el resto de la vida. Esto es lo que se conoce como Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).
Este
trastorno es originado por acontecimientos que ponen en peligro nuestra
integridad física o incluso nuestra vida
o también ver a personas sufrir y morir. Algunos ejemplos son:
·
Accidentes
graves de tráfico.
·
Sufrir
violencia de cualquier tipo (sexual, robo, atraco, agresión física)
·
Catástrofes
naturales o de origen humano como un ataque terrorista o del crimen organizado
por ejemplo.
·
Ser
diagnosticado con una enfermedad potencialmente mortal.
·
Ser
prisionero de guerra, secuestrado o rehén.
·
Participar
en un combate militar o policiaco.
Los síntomas
aparecen en los días posteriores al evento desencadenante, teniendo una
evolución en los 6 meses siguientes que determinaran la consolidación del
trastorno propiamente dicho; a partir de este tiempo los síntomas toman un
patón más definido y predecible. Lo que se siente al tener Trastorno de estrés
postraumático es:
·
Flashbacks
o pesadillas: Vivir el suceso traumatizante una y otra vez, con regresiones
durante el día y pesadillas durante la
noche. Aunque todo ocurra solo en la mente del afectado, este puede sentir las
mismas sensaciones de terror y dolencias físicas que sintió en el evento
original. Algunos estímulos cotidianos
como olores, sonidos, climas, objetos o personas pueden desencadenar un
flashback.
·
Evitación
y embotamiento: La evitación es un mecanismo de defensa contra la posibilidad
de que un estimulo externo o interno nos afecte, mientras que el embotamiento
es la consecuente sensación de debilidad mental. La persona con TEPT trata de
evitar lo que le haga recordar su trauma evitando lugares, situaciones o
personas que se lo hagan recordar. En ocasiones esta evitación es compulsiva y
afecta gravemente la calidad de vida de las personas.
·
Estado
de alerta constante: Se buscan señales de peligro constantemente, viene
acompañada de ansiedad y problemas para conciliar el sueño; se muestran
irritables con otras personas.
·
Síntomas
físicos como taquicardia, palpitaciones,
sudoración excesiva, dolores musculares, problemas gástricos, crisis asmáticas,
dolores de cabeza, sensación de muerte inminente.
El
tratamiento es complejo y debe ser una combinación terapéutica que puedan
incluir:
·
Psicoterapia:
a fin de poder elaborar los síntomas que se viven en cada crisis actual, para
con el tiempo trabajar sobre la situación traumática original. De preferencia
el psicoterapeuta debe ser especialista en Trastorno por Estrés Postraumático.
·
Terapia
de grupo: en donde se pueda hablar con personas con el mismo trastorno o que
han sufrido una experiencia similar.
·
Medicación:
Que disminuyan la intensidad de los síntomas físicos, la ansiedad y el estado
depresivo.
El objetivo
es que la persona vaya adquiriendo técnicas que le ayuden a afrontar su
trastorno y así poco a poco reincorporarse a un funcionamiento psicológico
menos doliente.
Si has
tenido experiencias traumáticas cuéntanos como las has superado, o bien si
conoces a alguien que padezca de este trastorno
como es que lo sobrelleva.
Para más
datos interesantes visita http://goo.gl/i4y63
Psic. José
Luis Ramírez Esparza
psicologolm@megacall.com.mx
Asesoría
Psicológica las 24 horas en el 01 800 111 8111
No hay comentarios:
Publicar un comentario