Entonces ¿qué diferencia existe entre el miedo y la
ansiedad? Por una parte el miedo es la respuesta a un estímulo existente y
actual, algo que necesita huida o ataque para resolverse, pero en la ansiedad
el objeto es desconocido, ni está presente,
es una anticipación a la amenaza que no permite resolverla por alguna vía
natural ataque-huida.
Esta caracterización cognitiva de la amenaza es un
territorio proclive a la distorsión de lo que en verdad es peligroso y en qué potencia.
Una ansiedad normal es útil para sobrevivir y mantenernos alerta, pero cuando
sobrepasamos el umbral ya sea de intensidad de los síntomas o irreal del
peligro se tiene que poner atención urgentemente. Hay que considerar los
siguientes elementos involucrados:
Componentes cognitivos-subjetivos:
·
Vivencia de
miedo, pánico, alarma, inquietud.
·
Preocupación y
presencia de pensamientos obsesivos de contenido amenazante.
Componentes fisiológicos:
·
Incremento de la
actividad del sistema nervioso autónomo.
·
Sudoración,
temblor, dilatación de la pupila, tensión muscular, taquicardia,
hiperventilación, aumento de la necesidad de orinar y defecar, palidez,
sequedad de boca.
Una crisis de ansiedad es un episodio súbito caracterizado por una
descarga de síntomas somáticos, psicológicos y emocionales. Aunque pueden
desatarse bajo ciertas situaciones, la realidad es que suelen ser espontaneas,
aun estando tranquilos previamente. Los síntomas incluyen:
·
Palpitaciones.
·
Sudoración.
·
Sacudidas
musculares o temblores.
·
Sensación de
ahogo y respiración dificultosa.
·
Molestias difusas
en el pecho.
·
Náuseas y
malestares estomacales.
·
Entumecimiento y
hormigueo en el cuerpo.
·
Vértigo y mareo.
·
En ocasiones por
la hiperventilación se puede perder el conocimiento.
·
Inquietud y
desesperanza.
·
Sensación de
muerte inminente, sufrir un infarto o derrame cerebral.
·
Intenso terror a
volverse loco y perderse para siempre.
·
Despersonalización.
Esta avalancha de síntomas
ocurre en un periodo no superior a los 30 minutos y tiene su clímax a los 10
minutos y como dicho evento es traumático, generalmente provoca respuestas
fóbicas a la situación y entorno en donde se desarrolló la crisis. Por lo cual,
aún con una sola crisis es recomendable la consulta con un profesional
especialista.
¿Qué hacer en caso de crisis de ansiedad?
1.
Cambia
inmediatamente de ambiente saliendo de la habitación donde tienes la crisis y
ponte cómodo con una posición relajada, destensando los músculos.
2.
Nuestro ritmo
respiratorio incide también en el ritmo cardiaco. Respira cíclicamente dividiendo
en cuatro segundos cada proceso de inhalación, retención y exhalación.
3.
Visualiza y
concéntrate en una imagen mental ancla de relajación o un mantra que te aleje
del contenido mental que te atemoriza.
4.
Si todo lo
anterior no es suficiente, respira dentro de una bolsa lentamente hasta
tranquilizarte. Esto limitará los síntomas somáticos.
5.
Como prevención,
practica el hábito de la meditación y el yoga.
6.
Consulta con un
profesional de la salud mental después de una crisis o si tienes dudas.
Para
asesoría psicológica marca al01 800 111 8111
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