viernes, 31 de octubre de 2014

La Afasia

El lenguaje es la vía principal del pensamiento, gracias a él simbolizamos, le damos significado y entendimiento a nuestro alrededor y a nuestro interior.  Cuando por alguna causa el lenguaje se ve afectado, sin duda se trata de un hecho de gravedad que afecta la integridad de la vida.

  Una afasia, es una alteración en la capacidad de utilizar el lenguaje. Una pérdida derivada de un daño cerebral, que afecta la producción de lenguaje (habla, escritura), de comprensión y de selección de palabras o elementos comunicativos.  Se puede llamar afasia cuando el lenguaje ya ha sido adquirido y después mengua o se pierde totalmente; no aplica en problemas infantiles del desarrollo como retraso en la adquisición del habla o pérdida parcial del habla en niños que no han adquirido totalmente la capacidad parlante-comprensiva.

Se trata de un problema estudiado por las neurociencias y sus profesionales son los neuropsicólogos,  neurólogos y terapeutas del lenguaje que nos permiten entender sus distintos tipos:

Los cuadros sintomáticos de una afasia son complejos, no existiendo idénticos. Hay clasificaciones especializadas que engloban grupos de síntomas,  entre los básicos están:

Centros cerebrales especializados en lenguaje
Afasia de Broca: Provoca déficit en la expresión verbal, reducción del vocabulario, en la calidad de la gramática  y la sintaxis. Generalmente el afectado es consciente de su trastorno, por lo cual el habla se hace más lenta, con problemas en la articulación y con repetición constante de palabras y frases (ecolalia). El lenguaje escrito se merma en la expresión escrita y la lectura en voz alta.

Afasia de Wernicke: Genera una disminución en la capacidad de comprensión verbal (la persona oye y lee, pero no comprende las palabras). El habla, como articulación motora, se conserva llegando a expresarse con buena velocidad y claridad fonética; sin embargo, el contenido puede ser confuso, creando palabras compuestas inexistentes (neologismos) o una jerga propia. Este mismo problema se presenta también en el lenguaje escrito.

Afasia global: Se presenta una pérdida total de emisiones lingüísticas. Aunque puede conservarse un lenguaje estereotipado consistente en la repetición de una palabra o una frase. Igualmente, la comprensión puede limitarse sólo a unas cuantas palabras.

Las principales causas de una afasia son:

Traumatismo craneoencefálico: derivados de caídas, accidentes viales o violencia, puede afectar por medio de una lesión directa cerebral (por ejemplo arma de fuego),  hemorragias y hematomas que aumentan la presión intracraneal, por edema (acumulación de líquido) e incluso una posible infección posterior al evento traumático.

Tumores: es un crecimiento anormal de células en el tejido cerebral que a expensas del organismo no cumplen ningún propósito. Son los tumores que se desarrollan en áreas cerebrales especializadas en lenguaje los que provocan sintomatología afásica.

Infecciones: puede ser por medio de bacterias, hongos, virus y parásitos. Se provoca una afasia cuando comprometen el correcto funcionamiento de las células cerebrales, su metabolismo y su irrigación sanguínea, o cuando  por un edema se produce un aumento de presión intracerebral, comprometiendo estructuras cerebrales delicadas.

Enfermedades metabólicas: cuando se carece de nutrientes básicos, el sistema nervioso central puede verse afectado. Problemas en otros órganos como  riñones, hígado, páncreas y glándulas endocrinas, pueden generar estados confusionales y psicóticos, siendo la falla en la selección de palabras el síntoma afásico más común.

Enfermedades degenerativas: enfermedades de Alzheimer, Huntington y Parkinson son las más frecuentes. De la misma forma que se pierden otras funciones cognitivas, el lenguaje va disminuyendo progresivamente, poco a poco se va simplificando, aunque se suele conservar la gramática y la repetición fonológica hasta estadios avanzados del Alzheimer. En la enfermedad de Parkinson, aunque se pierde capacidad motora del habla, los signos afásicos son menores.

Tratamiento

El tratamiento suele ser conducido por un terapeuta de lenguaje con monitoreo del neurólogo y el neuropsicólogo. Consiste en la reactivación de la función oral y manual del lenguaje en un primer momento con frases simples y claras, para ir progresivamente aumentando su complejidad. Los ejercicios se realizan en un ambiente clínico apropiado y posteriormente se lleva a situaciones cotidianas del paciente o al trabajo en grupo con otros pacientes.

Fuentes:
Ardila, A. (1992). Neuropsicología clínica. Colombia.
Jiménez, M. (2011). La afasia (I). Clasificación y descripción. Revista CSI.F. No. 38. Andalucía.

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Psic. José Luis Ramírez Esparza