jueves, 23 de abril de 2015

El proceso de la comunicación

Al estar sumergidos en una sociedad compleja, con tanta información que circula sobre tantas cosas, el entender la comunicación como un fenómeno que define nuestra forma de relacionarnos con los demás nos puede ayudar a comprender la importancia que tiene en nuestra vida.
¿Qué es la comunicación?
La comunicación es un proceso en el que se busca la transmisión de una entidad a otra mediante un sistema de códigos, signos y pautas que adquirimos biológica y culturalmente. Es probablemente la función psicológica más evidente en el ser humano, ya que permite el intercambio de ideas, intenciones, deseos, afectos, actitudes, instrucciones en donde se encuentra el instrumento de desarrollo humano más importante de toda la historia: el lenguaje.
¿De qué se compone el proceso de la comunicación?
La comunicación requiere de varios prerrequisitos para poder existir, se necesita:

Un emisor.

Un mensaje

Un receptor

Lo antes escrito es algo bien sabido, sin embargo a modo de completar la descripción podríamos encontrar el modelo  de  Shannon-Weaver (1949):


Fuente de información: Corresponde al código de señales o símbolos requeridos para dar forma al mensaje, puede ser un código numérico como el sistema binario, el alfabeto o el código para la clave Morse.
Transmisor: Quien se encarga de emitir o transmitir la información, se encarga de organizar la fuente de información de forma coherente y entendible.
El mensaje: Es la concretización de las muchas posibilidades de organización de los códigos y símbolos. 
Canal: Es el conducto físico por el cual circula el mensaje dependiendo de su naturaleza. Por ejemplo, vía electrónica en el caso de leer este artículo, o por el aire en caso de ser un sonido.
Ruido: Son señales ajenas a la fuente, que interfieren en el proceso de emisión-recepción.
Receptor: Quien recibe, decodifica las señales y las vuelve un nuevo sistema que a veces es distinta a la de la misión original. 
Con esto podemos concluir que la comunicación se trata de un proceso donde convergen muchos elementos que en su conjunto nos dan la gran diversidad de formas en que transmitimos, quienes somos, lo que queremos ser y hacer.
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Psic. José Luis Ramírez Esparza
jramirez@toka.com.mx

jueves, 16 de abril de 2015

Síndrome de Burnout

Cómo un reflejo del aumento de estrés laboral,  el detrimento en la calidad de la interacción por un desgaste natural o patológico, afecta la relación entre compañeros de trabajo, frente al cliente, alumnos, a jefes y supervisores, frente a la competencia, los pacientes, etc. Los indicadores de dichas agravantes  son: ausentismo, rotación de personal, disminución de la productividad, detrimento en la calidad del producto/servicio y pérdida de calidad de vida en los trabajadores. 

El síndrome bournout hace una referencia a estar “quemado por el trabajo”, representa de forma alegórica el desgaste propio que nos acarrea realizar una actividad, sobre todo cuando es rutinaria. Es una respuesta al estrés crónico que integra actitudes y sentimientos negativos frente a las personas con las que se trabaja (compañeros, clientes, etc.) Este síndrome, prevalece generalmente en trabajos donde se requiera un contacto interpersonal constante, conceptualizado bajo los siguientes puntos:

·         Baja realización profesional: los trabajadores tienden a evaluarse negativamente, se sienten descontentos consigo  mismos e insatisfechos por sus resultados laborales. De alguna forma sienten que un buen desempeño es una obligación presupuestada y los resultados negativos son el único medio de evaluación.
·         Agotamiento emocional: Se siente que ya no se puede dar más de sí mismo afectivamente, el contacto mantenido y constante con las personas a las que hay que atender como objeto de trabajo.
·         Despersonalización: es la manifestación de conductas negativas: retraimiento, indiferencia, cinismo, agresividad o aislamiento. En otras palabras nos deshumanizamos y endurecemos emocionalmente.

Aunado a lo anterior en el burnout se alojan trastornos psicológicos y físicos:
-          Depresión.
-          Ansiedad.
-          Problemas psicosomáticos.

 ¿En qué se diferencía el estrés del síndrome burnout?

La diferencia radica en que el estrés es una respuesta adaptativa útil para poder sobrevivir y realizar nuestras actividades diarias; al estrés positivo se le llama “eustrés” y al negativo “distrés”, siendo el segundo cuando nuestra capacidad de respuesta es rebasada. Un distrés crónico provoca las respuestas antes mencionadas de baja realización, agotamiento emocional y despersonalización. Resumiendo, el burnout es la consecuencia de un estrés crónico. 


¿Cómo se pueden disminuir los efectos del burnout?

Al ser un fenómeno que implica a personas, grupos y organizaciones, la intervención debe realizarse en estos tres niveles:
Personal: En base a la llamada inteligencia emocional, la promoción de valores en congruente correspondencia con las políticas y procedimientos laborales. Incluir las medidas paliativas de manejo de estrés en el trabajo y técnicas de manejo de ansiedad. Seguir estrategias de recuperación externa (fuera del trabajo): aprender algo nuevo, un tiempo para el humor, para hacer deporte, hacer arte, etc.
Grupos: Cuidar la conformación de los equipos de trabajo, creando redes de apoyo basadas en el respeto y la confianza. La promoción de programas de desarrollo interpersonal y social.
Organización: Establecimiento de políticas de prevención que incluyan todos los niveles a fin de estandarizar una metodología de acción e identificación de propósitos comunes en el manejo de factores de discordia y estresores. Por ejemplo el establecimiento y seguimiento congruente de los valores.


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