jueves, 16 de abril de 2015

Síndrome de Burnout

Cómo un reflejo del aumento de estrés laboral,  el detrimento en la calidad de la interacción por un desgaste natural o patológico, afecta la relación entre compañeros de trabajo, frente al cliente, alumnos, a jefes y supervisores, frente a la competencia, los pacientes, etc. Los indicadores de dichas agravantes  son: ausentismo, rotación de personal, disminución de la productividad, detrimento en la calidad del producto/servicio y pérdida de calidad de vida en los trabajadores. 

El síndrome bournout hace una referencia a estar “quemado por el trabajo”, representa de forma alegórica el desgaste propio que nos acarrea realizar una actividad, sobre todo cuando es rutinaria. Es una respuesta al estrés crónico que integra actitudes y sentimientos negativos frente a las personas con las que se trabaja (compañeros, clientes, etc.) Este síndrome, prevalece generalmente en trabajos donde se requiera un contacto interpersonal constante, conceptualizado bajo los siguientes puntos:

·         Baja realización profesional: los trabajadores tienden a evaluarse negativamente, se sienten descontentos consigo  mismos e insatisfechos por sus resultados laborales. De alguna forma sienten que un buen desempeño es una obligación presupuestada y los resultados negativos son el único medio de evaluación.
·         Agotamiento emocional: Se siente que ya no se puede dar más de sí mismo afectivamente, el contacto mantenido y constante con las personas a las que hay que atender como objeto de trabajo.
·         Despersonalización: es la manifestación de conductas negativas: retraimiento, indiferencia, cinismo, agresividad o aislamiento. En otras palabras nos deshumanizamos y endurecemos emocionalmente.

Aunado a lo anterior en el burnout se alojan trastornos psicológicos y físicos:
-          Depresión.
-          Ansiedad.
-          Problemas psicosomáticos.

 ¿En qué se diferencía el estrés del síndrome burnout?

La diferencia radica en que el estrés es una respuesta adaptativa útil para poder sobrevivir y realizar nuestras actividades diarias; al estrés positivo se le llama “eustrés” y al negativo “distrés”, siendo el segundo cuando nuestra capacidad de respuesta es rebasada. Un distrés crónico provoca las respuestas antes mencionadas de baja realización, agotamiento emocional y despersonalización. Resumiendo, el burnout es la consecuencia de un estrés crónico. 


¿Cómo se pueden disminuir los efectos del burnout?

Al ser un fenómeno que implica a personas, grupos y organizaciones, la intervención debe realizarse en estos tres niveles:
Personal: En base a la llamada inteligencia emocional, la promoción de valores en congruente correspondencia con las políticas y procedimientos laborales. Incluir las medidas paliativas de manejo de estrés en el trabajo y técnicas de manejo de ansiedad. Seguir estrategias de recuperación externa (fuera del trabajo): aprender algo nuevo, un tiempo para el humor, para hacer deporte, hacer arte, etc.
Grupos: Cuidar la conformación de los equipos de trabajo, creando redes de apoyo basadas en el respeto y la confianza. La promoción de programas de desarrollo interpersonal y social.
Organización: Establecimiento de políticas de prevención que incluyan todos los niveles a fin de estandarizar una metodología de acción e identificación de propósitos comunes en el manejo de factores de discordia y estresores. Por ejemplo el establecimiento y seguimiento congruente de los valores.


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Psic. José Luis Ramírez Esparza


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