lunes, 21 de octubre de 2013

El cáncer de mama, desde una postura psicológica



El cáncer de mama es una de las condiciones más serias y que más preocupan a la población y las instituciones de salud en general; su impacto es alto a nivel físico y psicológico.  Aún en la actualidad el diagnóstico de cáncer de mama representa un duro golpe para las mujeres y sus familias. No hay lugar a dudas de que la palabra cáncer aun genera mucho temor y sensación de incertidumbre, cuesta trabajo dejar de pensarle como un sinónimo de “muerte inminente”. Pero afortunadamente y al paso del tiempo, la variedad de opciones curativas y preventivas ha ido creciendo en cantidad y en calidad.

Cuando una mujer recibe el diagnóstico, generalmente los primeros síntomas psicológicos son la sensación de disociación y negación de “esto no me puede estar pasando a mí”, ansiedad y un estado depresivo variado en intensidad. Por supuesto en estos primeros momentos ocurre un cambio drástico en el estilo de vida cotidiano, con los consecuentes problemas de estrés, insomnio de índole laboral y académico si fuera el caso.  En el tiempo que transcurre después del diagnóstico se ven afectadas muchas áreas no solo personales, sino también en la familia. Existe una sensible disminución en la autoestima, se vive un sentimiento de perdida de control, como si la situación se saliera de las manos. La libido y el deseo sexual decaen también de forma abrupta acompañada de un sentimiento de que no existe el suficiente o esperado apoyo por parte de la pareja.

Uno de los aspectos más dolorosos del cáncer de mama y en general de cualquier tipo de cáncer, es la sensación de traición del propio cuerpo. Generalmente vivimos con la persistente idea de que nuestro cuerpo nos pertenece y que al ser nuestro tenemos algo de control sobre el, toda la vida ha sido un aliado en el cumplimiento de nuestras metas y forma de vida y de repente nos llega esta noticia de que nuestro cuerpo esta comenzando a destruirse a sí mismo, nos resulta simplemente impactante. La célula cancerígena es nombrada de tal forma que pareciera que forma parte de una naturaleza distinta a “nuestro cuerpo”, nace de la incertidumbre de lo “malo” y así se desarrolla, viaja por el cuerpo y produce la temida muerte. En el cáncer de mama  se trata de un cáncer nacido en un lugar muy estimado y erotizado en el cuerpo femenino, la confusión, si cabe, es mayor. El seno es el proveedor primigenio de vida.  Aunque esta forma de ver al cáncer tiene mucho de real, también lo cierto es que no se trata de un enemigo invencible y del cual no podemos defendernos. La principal arma es la prevención y la detección oportuna.

¿Pero porque se hace tanta promoción y difusión a la auto detección?

Esto sucede porque como en muchas otras enfermedades graves a la gente le da miedo el simple hecho de potencialmente tenerlas. Se piensa que es muy difícil que nos pueda dar esa tan temida enfermedad, la negamos e intentamos que con esta negación deje de existir en nuestra realidad posible. Por desgracia esta postura tipo “avestruz” puede resultar  fatal. Cuando se habla de que el cáncer de mama es curable, es porque es curable bajo ciertas condiciones, en donde la atención en una fase temprana es vital. En otras palabras, la cooperación entre la conciencia de auto exploración preventiva en las mujeres y la oportuna atención de las instituciones de salud son la herramienta más eficaz para vencer el cáncer de mama.

¿Si ya estoy diagnosticada que puedo hacer psicológicamente?

·         Busca algún profesional que te ayuda a encontrar las mejores técnicas de afrontamiento, disminuir la incertidumbre, aumentar la sensación de control y atribuir los efectos negativos a causas concretas. Apoyo en la solución de problemas.

·         Apoyo social adecuado: Busca una institución de salud en la cual tengas confianza. Recuerda que el tratamiento del cáncer de mama puede llegar a afectarte económicamente, por esto mismo puedes buscar alguna fundación o asociación que te pueda apoyar o asesorar.

·         Terapia de grupo: Esta es de las formas más fuertes de apoyo que puedan existir, ya que generalmente se trata de grupos compuestos por mujeres que padecen o padecieron la enfermedad, expertos en el tema y un  terapeuta especializado en grupos.

Las ventajas de la terapia grupal son:

-          La interacción con otras vivencias de la enfermedad.
-          La pérdida de la sensación de dolorosa soledad que incluso se vive con la familia y amigos cercanos.
-           Se promueve una participación activa en el tratamiento de la enfermedad.
-          Son un campo fértil y diverso para soluciones de conflictos.
-          Ofrecen apoyo emocional aun en momentos de crisis.

Visítanos en redes sociales a través de http://goo.gl/i4y63, en donde podrás consultar mas información sobre esta condición de salud por la que luchamos.

Psic. José Luis Ramírez Esparza

psicologolm@megacall.com.mx

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