martes, 8 de octubre de 2013

Procrastinación, el arte del mañana



El Triunfo de Baco, Velazquez.


Procrastinar, un hábito tan antiguo como la conciencia que el ser humano tiene de su propia voluntad.  Si esta extraña palabra no te suena, probablemente ayude averiguar de donde viene. Procrastinar proviene de la palabra latina Procastinare que significa algo así como “para mañana mejor”, por lo tanto procrastinar sería muy parecido a aplazar, diferir, posponer, postergar o relegar.

Sin embargo el terminó de procrastinación conlleva una intención castigadora, ya que a diferencia de una correcta o incluso cortes postergación, la procrastinación es propia del indeciso, de aquel que no sabe o no puede tomar partido en una idea o en una acción. Los romanos siempre tan concretos y ejecutivos en su vivir tenían una frase muy bien terminada al respecto:

Cras te victurum, cras dicis, Postume, Semper.
Dic mihi, cras istud, Postume, quando venit?
Mañana tú vivirás, mañana, dices, Póstumo, siempre.
Dime, el mañana ese, Póstumo, ¿cuándo viene?

Al respecto, la historia alguna vez leída a través de Gabriel Zaid, que trata de  un comandante romano que se sintió atraído por la fe cristiana y (diabólicamente, según la leyenda piadosa) era desviado de la conversión por un cuervo que graznaba cras cras, que es la voz del cuervo (de donde viene crascitar), como si le dijera: “Déjalo para mañana”. Pero el centurión, muy categóricamente, aplastó al cuervo respondiéndole: hodie hodie (hoy hoy). Se convirtió al cristianismo, fue martirizado y se venera el 19 de abril como San Expedito.  Vaya que debería ser el santo patrono de muchos de nosotros y mejor aún, de algunos políticos.

Es tan fácil procrastinar, incluso es divertido. Entonces, la procrastinación no es el juego de los flojos, dejados e ineptos sino de aquellos hiperactivos diablillos que gastan el tiempo y cambian las cosas importantes por alimentar nimiedades (cosas sin importancia).

Bajo este ultimo párrafo entra de uno de los grandes promotores de la procrastinación actual; las redes sociales; de las cuales podemos afirmar que tienen muy buenas intenciones y que su fin presupuesto es muy noble ya que implica mantener comunicadas y en contacto a las personas aun a través de grandes distancias. El problema más bien viene en la práctica cuando sencillamente nos resulta imposible iniciar un proyecto o finalizarlo en el eterno ciclo de actualizaciones de perfil, revisión de blogs y visitas a la cocina por café. Lo peor de todo es que el procrastinar al mismo tiempo de implicar un goce nos genera una angustia y una sensación final de culpa que finalmente no termina de hacer vivir la experiencia del ocio en todo su esplendor.


 Es casi seguro que todos hemos procrastinado al menos una vez en la vida y que solo la inminente llegada de las fechas limite de entrega de los trabajos sean las que nos hagan carburar y poner mano a la obra “en serio”.

Es por esto que de Naldz Graphics, hemos recogido algunos sencillos consejos para evitar que la procrastinación afecte nuestro desempeño.

·         Empieza a hacerlo: no te quedes mirando la fecha limite y la hora, solo haz lo que tengas que hacer, el tiempo es cada vez menor y si haces las cosas con prisa pueden salirte mal.

·         Divide tus grandes proyectos en pequeñas tareas: Si piensas en algo demasiado grande que hacer, muy probablemente te puedes desanimar. Entre más dividas una tarea más fácil te parecerá realizar cada paso. Al fin de un tiempo notaras que de verdad le has aventajado a ese proyecto.

·         Haz un cronograma o lista de actividades: Una vez divididas las actividades ordénalas por su nivel de prioridad y ponte un plazo límite para cumplirlas.

·         Busca un ambiente adecuado: Muchas veces el principal culpable de la falta de inspiración es un ambiente que nos tiene aburridos o enfadados, si este es tu problema, busca un espacio diferente y propicio  para concentrarte en la tarea, evita aquellos lugares que tengan muchos distractores.

·         Trabaja en compañía de alguien más: Cuando dos o más personas se unen de forma comprometida en un trabajo, poco hay que se pueda hacer para detenerlas.

·         Enfrenta tu miedo: Si tienes dificultad en un tema o poca habilidad para algo afronta el hecho y si tienes que pedir ayuda no lo dudes. El posponer las cosas muchas veces significa el miedo al éxito.

·         Identifica tus fortalezas y debilidades: puedes darle un enfoque a tu trabajo basado en tus fortalezas y trabajar poco a poco en tus debilidades paro recuerda  ser disciplinado.

Finalmente recuerda que todo buen trabajo es recompensado y que el esfuerzo que se ponga se nota. El hacer las cosas con prisas pensando que la mejor inspiración es el tiempo límite no es una opción recomendada.Comenta ahora tus impresiones sobre este tema, si te ha pasado, ¿Qué haz hecho para dejar de procrastinar? O si quieres pues…………  coméntalo mañana.

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Psic. José Luis Ramírez Esparza

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