lunes, 10 de noviembre de 2014

Síndrome de Capgras

Imagina por un momento que la persona que miras en el espejo te parece un poco familiar, pero no eres tú, que haz sido suplantado por un impostor o un doble y no sólo tú… las personas que te rodean, al menos las más queridas, fueron intercambiadas por impostores. Así es la vida para quienes presentan el síndrome de Capgras.

            Esta enfermedad, fue descrita en 1923 por Jean Maríe Capgras y Reboul-Lachaux, como un cuadro delirante, caracterizado por la constante creencia de que una persona cercana al paciente, ha sido sustituida por un impostor. Esta creencia puede extenderse a pequeños grupos de personas, animales, objetos, lugares significativos e incluso a sí mismo.  El trastorno puede ser transitorio o permanente, y suele ser un síntoma de una enfermedad adyacente. Es sumamente raro que un síndrome de Capgras aparezca de manera espontánea y pura, se ha registrado su presencia en:

I.                    Cuadros psicopatológicos:
·         Esquizofrenia paranoide.
·         Depresiones psicóticas.
·         Trastornos delirantes (sobre todo de naturaleza paranoide)
·         Trastorno esquizo-afectivos.
·         Trastorno bipolar

II.                  Demencias
·         Alzheimer.
·         Cuerpos de Lewy.
·         Parkinson.

III.                Secuelas orgánicas
·         Traumatismo craneoencefálico.
·         Hipoxia.
·         Accidente cerebro-vascular.

Una singularidad del síndrome, es su alta selectividad afectiva, se presenta hacia las personas más queridas y confiables. La falla en el reconocimiento facial ocurre por una distorsión en la especulación del otro o de sí mismo, no propiamente en la capacidad de reconocer un rostro. Esto quiere decir que se pueden emular los rasgos físicos de la persona suplantada, pero no la parte psicológica. Es como si el paciente viviera en dos mundos: uno donde el recuerdo original se preserva y otro donde la persona impostora amenaza la integridad del paciente.

Al dar cuenta de la causa del síndrome de Capgras, disponemos de varios modelos teóricos explicativos, como:

Modelos neuropsiquiátricos de desconexión:es una propuesta que señala la desconexión de diversas estructuras cerebrales implicadas tales como el lóbulo frontal, regiones temporales y límbicas. También la desconexión parcial del hipocampo que produciría una disociación en el reajuste de la información actual con la del pasado, con un efecto de reduplicación cognitiva (te recuerdo, pero no te conozco).

Modelos de lateralización: se sustenta en el argumento de que los delirios se producen primordialmente por lesiones en el hemisferio cerebral derecho, afectando funciones de monitoreo cognitivo (¿Cómo estoy pensando?), memoria y sensación de familiaridad. Dicha disonancia crea un estado de confusión, ya que al mismo tiempo que entran percepciones habituales (como el rostro de un hijo), estas no corresponden a la sensación de familiaridad inherente. El hemisferio izquierdo asume entonces que sólo se puede tratar de otra persona, provocando un estado paranoico de daño.

El tratamiento generalmente se basa en medicación anti-psicótica y terapia cognitivo-conductual; sin embargo, dada la complejidad de las causas del síndrome, no existe garantía de cura.

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Psic. José Luis Ramírez Esparza

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