lunes, 5 de enero de 2015

Crisis de ansiedad y cómo aliviarla

La ansiedad es un elemento fundamental del estudio psicopatológico. Se encuentra en diversos trastornos fóbicos evitativos. En resumidas cuentas una crisis de ansiedad se vive como una invasión incontrolable de miedo. Por supuesto, los síntomas de la ansiedad aunque corresponden a un origen subjetivo, provocan reacciones fisiológicas reales y en algunos casos graves.

Entonces ¿qué diferencia existe entre el miedo y la ansiedad? Por una parte el miedo es la respuesta a un estímulo existente y actual, algo que necesita huida o ataque para resolverse, pero en la ansiedad el objeto es desconocido, ni  está presente, es una anticipación a la amenaza que no permite resolverla por alguna vía natural ataque-huida.

Esta caracterización cognitiva de la amenaza es un territorio proclive a la distorsión de lo que en verdad es peligroso y en qué potencia. Una ansiedad normal es útil para sobrevivir y mantenernos alerta, pero cuando sobrepasamos el umbral ya sea de intensidad de los síntomas o irreal del peligro se tiene que poner atención urgentemente. Hay que considerar los siguientes elementos involucrados:

Componentes cognitivos-subjetivos:
·         Vivencia de miedo, pánico, alarma, inquietud.
·         Preocupación y presencia de pensamientos obsesivos de contenido amenazante.

Componentes fisiológicos:
·         Incremento de la actividad del sistema nervioso autónomo.
·         Sudoración, temblor, dilatación de la pupila, tensión muscular, taquicardia, hiperventilación, aumento de la necesidad de orinar y defecar, palidez, sequedad de boca.

Una crisis de ansiedad es un episodio súbito caracterizado por una descarga de síntomas somáticos, psicológicos y emocionales. Aunque pueden desatarse bajo ciertas situaciones, la realidad es que suelen ser espontaneas, aun estando tranquilos previamente. Los síntomas incluyen:

·         Palpitaciones.
·         Sudoración.
·         Sacudidas musculares o temblores.
·         Sensación de ahogo y respiración dificultosa.
·         Molestias difusas en el pecho.
·         Náuseas y malestares estomacales.
·         Entumecimiento y hormigueo en el cuerpo.
·         Vértigo y mareo.
·         En ocasiones por la hiperventilación se puede perder el conocimiento.
·         Inquietud y desesperanza.
·         Sensación de muerte inminente, sufrir un infarto o derrame cerebral.
·         Intenso terror a volverse loco y  perderse para siempre.
·         Despersonalización.

Esta avalancha de síntomas ocurre en un periodo no superior a los 30 minutos y tiene su clímax a los 10 minutos y como dicho evento es traumático, generalmente provoca respuestas fóbicas a la situación y entorno en donde se desarrolló la crisis. Por lo cual, aún con una sola crisis es recomendable la consulta con un profesional especialista.

¿Qué hacer en caso de crisis de ansiedad?
1.      Cambia inmediatamente de ambiente saliendo de la habitación donde tienes la crisis y ponte cómodo con una posición relajada, destensando los músculos.
2.      Nuestro ritmo respiratorio incide también en el ritmo cardiaco. Respira cíclicamente dividiendo en cuatro segundos cada proceso de inhalación, retención y exhalación.
3.      Visualiza y concéntrate en una imagen mental ancla de relajación o un mantra que te aleje del contenido mental que te atemoriza.
4.      Si todo lo anterior no es suficiente, respira dentro de una bolsa lentamente hasta tranquilizarte. Esto limitará los síntomas somáticos.
5.      Como prevención, practica el hábito de la meditación y el yoga.
6.      Consulta con un profesional de la salud mental después de una crisis o si tienes dudas.

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Psic. José Luis Ramírez Esparzajramirez@toka.com.mx

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