martes, 17 de febrero de 2015

Depresión post-parto


El riesgo de padecer un trastorno depresivo es sumamente alto considerando el estilo y ritmo de vida que  tenemos actualmente.  Existe el riesgo de presentarlo durante toda la vida, sin embargo, después del parto aumenta la probabilidad de manifestar síntomas en el estado de ánimo.

Lo cual puede parecer paradójico, ya que la llegada de un nuevo miembro a la familia, anhelado y esperado supondría sólo alivio o alegría. La realidad es que cerca de un 14,5% de las mujeres presenta un episodio depresivo de mayor o menor intensidad durante los tres meses posteriores al parto, y es alarmante que la mitad de los casos ocurran sin ser detectado por las instituciones de salud.

El cuadro clínico consiste en la presencia de tristeza, llanto, pérdida de la capacidad por sentir placer,  decaimiento en la calidad del sueño, cambios de patrón alimenticio, cansancio físico, disminución en la atención y concentración, sensación de minusvalía, irritabilidad y sensación de culpa respecto al cuidado y la crianza de los hijos.  Pueden llegar a presentarse ideaciones de muerte con tentativa suicida, agresión hacia la familia, en especial con el recién nacido.  Se debe diferenciar de un leve  cuadro sintomático de  tristeza, ansiedad y cefalea  llamado “blues postparto”,  que ocurre los 10 días posteriores y que remite espontáneamente. La depresión post-parto por el contrario, posee una gran semejanza con el trastorno depresivo mayor.

Las causas pueden ser psicosociales y biológicas:

Psicosociales:

·         Eventos traumáticos recientes: rupturas amorosas, pérdida de un ser querido, pérdida del empleo, problemas económicos, migración, sufrimiento de un crimen o accidente.
·         Sexo no deseado del recién nacido, malformaciones o enfermedades.
·         Bajo nivel de apoyo familiar o rechazo social de su condición como madre.
·         Historia previa de depresión o trastornos del estado de ánimo.

Biológicas:

·         Hormonas reproductivas: una disminución en la producción de progesterona fuera del rango normal, puede propiciar la depresión post-parto.
·         Eje hipotálamo-hipófisis-adrenal: Los niveles de glucocorticoides determinan la tendencia hacía síntomas depresivos. Se han encontrado altos niveles de cortisol en mujeres que presentan cambios de ánimo positivos tras el embarazo.

El tratamiento de este trastorno se realiza en medida de las necesidades clínicas de cada mujer. No es siempre la mejor opción administrar medicamentos. La psicoterapia ha demostrado tener excelentes resultados por sí misma, sobre todo en casos de leves a moderados.  Cuando se requiera suministrar medicación siempre tendrá que hacerla  un especialista, cuidando la integridad de la madre y el niño lactante.
Como siempre, la atención oportuna es esencial para la óptima recuperación de la estabilidad emocional. Este trastorno impacta seriamente la relación madre-hijo, afectando una etapa vital en el desarrollo integral, el vínculo y de consolidación familiar.

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Psic. José Luis Ramírez Esparza jramirez@toka.com.mx

Fuentes:

Gavin, N. (2005) Depresión perinatal: una revisión sistemática de prevalencia e incidencia. Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia.P.106.
American Psychiatric Association.(2000). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.Fourth Edition.Washington D.C.

National Institute for Health and Clinical Excellence. (2007) Antenatal and postnatalmental health: clinical management and service guidance. ClinicalGuideline. P. 45.

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