sábado, 14 de marzo de 2015

Control de estrés en el trabajo


Vivimos en un contexto que nos exige vivir al límite de nuestras capacidades. Tanta competitividad nos exige vivir en un estado de urgencia: ¿lo qué hago esta bien?, ¿cómo me ganaré el sustento el día mañana?, ¿en mi empresa serían capaces de despedirme? Por todo esto, el estrés como un malestar moderno, se hace presente. Sin embargo, con la preocupación de las instituciones sanitarias y laborales se ha investigado y llegado a la observación que entre un 50% y 60% de los días laborables perdidos están vinculados al estrés. Esto significa no sólo una reducción en la calidad de vida de quienes la padecen, sino también un detrimento a la productividad  y  economía de los implicados.

El estrés es inevitable en toda actividad humana que necesite una adaptación, por lo tanto, el estrés es algo natural e incluso necesario para nuestra supervivencia y desarrollo. Podemos decir que una buena respuesta ante el estrés representa una adaptación exitosa.

Sin embargo, el cuerpo no siempre responde como de forma deseable, ya sea por la intensidad del factor estresante o una escasa adaptación, es que el estrés rebasa un umbral saludable, trayendo como consecuencias problemas de salud variables que incluyen deterioro del sistema cardiovascular, los riñones, artritis y problemas en la piel. Igualmente, síntomas psicológicos como frustración, ansiedad, depresión, alcoholismo, farmacodependencia y cuadros depresivos.

¿Cómo podemos saber si nos encontramos en un medio laboral estresante? Una buena forma de saber que el estrés de un trabajo sobrepasa un umbral saludable, es observar el nivel de ausentismo, rotación del personal y de sabotaje a las tareas a realizar. (Águila, A. 2007)

Un estresor es un elemento perteneciente al medio ambiente laboral, que estimula nuestra respuesta al estrés. Algunos elementos estresores pueden ser:

Estresores del ambiente físico:
·         Iluminación
·         Ruido
·         Temperatura
·         Contaminación

Estresores relativos al contenido de la tarea:
·         Carga mental excesiva
·         Control sobre la tarea

Estresores relativos a la organización:
·         Conflicto y ambigüedad de rol
·         Jornada de trabajo
·         Relaciones interpersonales
·         Promoción y desarrollo de la carrera profesional.

 El estrés se clasifica de acuerdo a los factores que lo producen (SSA, 2010):
Cantidad de estrés
·         Hipoestrés: poco estrés.
·         Hiperestrés: mucho estrés.
 Consecuencia de estrés
·         Distrés: se trata de estrés negativo, en el cual las demandas son muy grandes para nuestro organismo.
·         Eustrés: es estrés positivo que estimula la mejora y la superación.
Grado de estrés:
·         Estrés agudo: estrés de poca duración o pasajero, pero muy fuerte, como una especie de sacudida emocional.
·         Estrés crónico: estrés fuerte o débil que se prolonga demasiado o que nunca se deja de tener.

Manejo y control de estrés:

A nivel personal:

·         Focalizar objetivos a corto y mediano plazo tanto en casa como en el trabajo.
·         No permitir que ninguna circunstancia ni persona rebaje su dignidad. Una autoestima alta minimiza y relativiza el impacto de cualquier estrés.
·         Respetar motivaciones y hacer las cosas que realmente gustan.
·         Dormir 7 u 8 horas para el buen funcionamiento del organismo. Si las horas de sueño son escasas, dormir una siesta no superior a 15 minutos
·         Tomar un receso de 5 minutos, cerrando la puerta (de contar con ella) o en el lugar de trabajo, haciendo estiramiento, escuchando música relajante, practicando respiración profunda, leyendo 5 páginas de una novela o escuchar una cinta de meditación
·         Tomar suficiente agua durante el día.
·         No saltar las comidas. Incluir en su alimentación aceite de oliva, cereal, pescado, aves, verduras, legumbres y frutas. Evitar las comidas con exceso de azúcar refinada, grasas, frituras o huevos.
·         Reducir el consumo de sal, café, té, tabaco y alcohol.

En el trabajo:

·         Distribuir el área de trabajo  para desarrollar mejor las actividades cotidianas.
·         Personalizar el área de trabajo; fotografías, música, adornos, etc.
·         Percibir tareas y los contratiempos como desafíos que le permitirán el crecimiento, y no como situaciones amenazadoras.
·         Aprender y habituarse a medir las capacidades, y tratar de no violentarse intentando hacer algo más allá de las posibilidades.
·         Evitar “exprimirse” hasta el agotamiento.
·         Cuando una tarea no avanza, realizar otra o hacer una pausa, y si es posible salir unos minutos del lugar.
·         Interpretar las situaciones correctamente. Es posible que cambiando la forma de ver los conflictos, se reduzca el malestar y pueda proponerse otras soluciones.
·         Utilizar una agenda donde se anoten todas las actividades, indicando el tiempo que ocuparán. No anotar más cosas de las que se puedan hacer. Planificar el día desde su inicio.

Durante el tiempo libre y ocio:

·         Dedicar una parte del día a alguna actividad de ocio sin remordimientos: Leer, ir al cine, deporte, escuchar música, pintar, etc.
·         Dedicar tiempo a familiares y amistades. Durante la semana, dedicar un día entero a descansar y realizar actividades que gusten y no tenga ninguna relación con las obligaciones habituales.
·         Practicar alguna actividad física, esto beneficia la salud, además de que sirve como relajante puesto que se eliminan tensiones.
·         Sustituir acciones comunes por actividades físicas, como utilizar escaleras en lugar del elevador, aprovechar cualquier oportunidad para caminar, etc.

En relación con los demás:

·         Admitir y demandar crítica, así como a expresar honestamente los puntos de vista.
·         Pedir ayuda a las personas de su entorno. Hablar de problemas, ideas o confusiones con otras personas, ayuda a disminuir la sensación de frustración
·         Es sano ser algo egoísta. A veces hay que saber decir, “NO”.
·         El odio y el rencor no ayudan a avanzar. El perdón, la comprensión, la tolerancia resulta la mejor opción para resolver conflictos.

Recuerda que la acumulación crónica de estrés tendría consecuencias primero en tu calidad de vida y después en tu salud física y mental. Si te sientes rebasado o vives un estrés intolerable, acércate a un profesional calificado y en conjunto se encontrarán estrategias de solución a este malestar de nuestro tiempo.

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Psic. José Luis Ramírez Esparza

Referencias bibliográficas:
Águila, A, (2007) “Procedimiento de evaluación de riesgos ergonómicos y psicosociales. Estrés en el trabajo”.  Universidad de Almería. P.P. 106-111.
 Chanes, H. et. Al. (2010) “Guía sobre el manejo y control del estrés laboral”. Secretaría de Salud, México.


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